24 diciembre 2013

The angels of darkness - 8



Al tercer día de seguir el riachuelo, que desembocó en el río que bordeaba el pueblo, conseguí encontrar la salida de ese monstruoso bosque lleno de trampas mortales, animales salvajes y desesperación.

En cuanto vislumbre el viejo granero rojo de los Woodland eche a correr, sacando increíblemente fuerzas de donde no las había. El deseo de volver a casa me empujo escaleras arriba por el porche de la encantadora familia, quienes me dieron cobijo y un cuenco de caldo de pollo bien calentito mientras llamaban a mi madre para darle la maravillosa noticia de que ya había aparecido tras cuatro días en paradero desconocido.

Me contaron que el día anterior habían empezado a buscarme, tras el aviso de mi madre a las autoridades. En ese tiempo habían encontrado el coche aparcado en el descampado de detrás de la mansión y mis pertenencias en el salón, gracias a las indicaciones de mis compañeros de banda.
Durante las explicaciones, me di cuenta de que la familia no me lo contaban todo, había algo que intentaban ocultarme. ¿Qué era lo que no me querían contar? ¿Qué se me escapaba?

Al fin llegó mi madre y contra todo pronostico, en vez de recibir miradas asesinas, reproches, insultos y algún que otro bofetón, se puso a lloriquear al verme, sin poder articular palabra me abrazó hasta dejarme sin respiración. Parecía realmente aliviada por alguna cosa que yo no llegaba a comprender..


Me pase esa tarde y el día siguiente durmiendo, dejando que mi cuerpo se recuperase física y mentalmente. Apenas me desperté para tomar algo e ir al baño.
Cuando por fin mi cuerpo decidió que ya había descansado suficiente, me encontré echada en mi cama, pegada a la pared porqué dos de mis compañeros de banda ocupaban el resto de la cama.
Demon y Bloody estaban mirándome fijamente, con el alivio bien reconocible en sus facciones.

- Hola - carraspeé para aclarar la voz -. ¿Qué hacéis aquí? Creía que aun estarías en el hospital - dije refiriéndome a Bloody.

- Ya me dieron el alta, antes de ayer para ser exactos, solo tenia un par de grietas aquí y allá, nada demasiado serio - dijo bromeando -. ¡Que alegría, estás viva! ¡Al final no eras tú ese cadav …! - se calló antes de acabar la ultima palabra.

- Haber … - aun estaba un poco adormilada y mi cerebro iba mas lento que de costumbre -. ¿Que es eso de que no era yo ...?

- ¿No te lo han contado? Encontraron el cadáver de una chica en la buhardilla de la mansión mientras te buscaban - dijo Demon muy serio.

- Creían que eras tú - aclaró Bloody.

Y de repente lo entendí todo: mi madre enmudecida de alivio, la gente que se santiguaba al cruzarse con migo en el hospital y que reconfortaba a mi madre brevemente antes de seguir su camino, las miradas de reojo de los menos cercanos a la familia, la alegría en el rostro del Doctor Wilson ...

No era tan solo que se alegraran de que hubiera aparecido sana y salva, sino de que no fuera yo el cadáver sin cabeza, desmembrado y torturado que habían encontrado. El mismo que me había hecho huir de la mansión y perderme en el bosque.







Espero que disfruteis leyendo esta pagina tanto como yo escribiendola. Por fin he sacado del bosque a Vamp o Lacey (como prefiras llamarla), ya era hora.
Bueno, solo queda desearos a todos FELICES FIESTAS Y PROSPERO AÑO NUEVO junto a un monton de mordiscos vampiricos.
¡¡¡Hasta la proxima colmilleros!!!

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